¡Cerrar las nucleares!
Manifestación en Pla de Palau, Barcelona, 12:00, domingo, 5 de junio. Ahí vamos a estar para cerrar las nucleares.
Enviado por: ECOticias.com
En España se han llegado a construir diez reactores: La central de Zorita (Guadalajara), inaugurada por Franco en 1968, forma, junto con las de Garoña (Burgos, 1971) y Vandellós I (Tarragona, 1972), el grupo de las centrales llamadas de primera generación. A estas siguieron las de segunda generación: Almaraz I y Almaraz II (Cáceres, 1981 y 1983), Ascó I y Ascó II (Tarragona, 1983 y 1985) y Cofrentes (Valencia, 1984). Y, las de tercera generación, Vandellós II (Tarragona, 1987) y Trillo (Guadalajara, 1988). De esas diez actualmente hay ocho en funcionamiento, si es que se puede contar a Garoña entre ellas...
La cercana Garoña ha suspendido recientemente el funcionamiento del reactor debido a vibraciones anómalas en la turbina, según informó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El “suceso” ha sido clasificado preliminarmente como “de nivel 0 en la Escala internacional de Sucesos Nucleares (INES)”. Yo la dejaría como está. Garoña, como dije en algún post anterior, acumula serios problemas, entre ellos la contaminación térmica del Ebro, y tiene una potencia eléctrica de sólo 466MWe (similar a Vandellós-1 y aproximadamente la mitad que el resto de centrales españolas). El reactor de Garoña es del mismo tipo, de agua en ebullición, que el de la maltrecha central nuclear de Fukushima (Japón). La fecha del cese definitivo de la explotación de Garoña expira en 2013. ¿Por qué no dejarla como está?
Vandellós I, tras sufrir un grave accidente en 1989, fue cerrada en 1990. Y la central nuclear Zorita fue clausurada el 30 de abril de 2006 debido a sus defectos de diseño, sus numerosos problemas técnicos y la falta de cultura de seguridad de la compañía propietaria, Unión Fenosa. La falta de cultura de seguridad fue también demostrada en Cofrentes a principios de año, cuando un puñado de activistas de Greenpeace entró hasta la cocina y escribió “Peligro nuclear” en su torre de refrigeración... No esperemos con Garoña a tener más problemas.
Japón ha suspendido todos los planes para construir nuevos reactores nucleares (hasta antes de la crisis, el Ejecutivo japonés pretendía construir hasta 2030 cerca de 14 reactores nuevos); el Gobierno suizo suspendió también los planes de construir más reactores nucleares; Alemania quiere cerrar todos sus reactores nucleares para 2022; el Gobierno italiano se comprometió a suspender su programa nuclear y determinó el abandono de proyectos de construcción de reactores en territorio nacional...
¿Podemos aprender algo? Manifestemos nuestra posición el próximo domingo en Barcelona. En el día del Medio Ambiente... ¡Nucleares No!
Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España
La cercana Garoña ha suspendido recientemente el funcionamiento del reactor debido a vibraciones anómalas en la turbina, según informó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El “suceso” ha sido clasificado preliminarmente como “de nivel 0 en la Escala internacional de Sucesos Nucleares (INES)”. Yo la dejaría como está. Garoña, como dije en algún post anterior, acumula serios problemas, entre ellos la contaminación térmica del Ebro, y tiene una potencia eléctrica de sólo 466MWe (similar a Vandellós-1 y aproximadamente la mitad que el resto de centrales españolas). El reactor de Garoña es del mismo tipo, de agua en ebullición, que el de la maltrecha central nuclear de Fukushima (Japón). La fecha del cese definitivo de la explotación de Garoña expira en 2013. ¿Por qué no dejarla como está?
Vandellós I, tras sufrir un grave accidente en 1989, fue cerrada en 1990. Y la central nuclear Zorita fue clausurada el 30 de abril de 2006 debido a sus defectos de diseño, sus numerosos problemas técnicos y la falta de cultura de seguridad de la compañía propietaria, Unión Fenosa. La falta de cultura de seguridad fue también demostrada en Cofrentes a principios de año, cuando un puñado de activistas de Greenpeace entró hasta la cocina y escribió “Peligro nuclear” en su torre de refrigeración... No esperemos con Garoña a tener más problemas.
Japón ha suspendido todos los planes para construir nuevos reactores nucleares (hasta antes de la crisis, el Ejecutivo japonés pretendía construir hasta 2030 cerca de 14 reactores nuevos); el Gobierno suizo suspendió también los planes de construir más reactores nucleares; Alemania quiere cerrar todos sus reactores nucleares para 2022; el Gobierno italiano se comprometió a suspender su programa nuclear y determinó el abandono de proyectos de construcción de reactores en territorio nacional...
¿Podemos aprender algo? Manifestemos nuestra posición el próximo domingo en Barcelona. En el día del Medio Ambiente... ¡Nucleares No!
Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España
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