domingo, 9 de octubre de 2011

EL IBUPROFENO QUE TOMAN LOS PECES

Un grupo de científicos mide por primera vez la presencia de fármacos en los ríos con un resultado peor de lo esperado
FUENTE: EL CORREO.COM / R. MENDOZA | MADRID
Era algo sabido, pero hasta ahora no cuantificado. Un grupo de científicos ha medido por primera vez la presencia de de fármacos en el agua de los ríos y la conclusión ha sido peor de la esperada: la concentración es más elevada y no solo están disueltos en los líquidos; también en los sedimentos. Con ello, se plantea algo hasta ahora inédito: que los animales puedan pasar los químicos a la cadena trófica, es decir, a quienes los consuman.
El daño medioambiental, la presencia de químicos en los ríos, es indiscutible. Pero hasta ahora no se había planteado la posibilidad de que los peces conservasen estas sustancias en sus organismos y que, además, les afectasen. Los primeros en hacerlo han sido los miembros del equipo de Diamà Barceló del CSIC y del Instituto Catalán de Investigación del Agua (Icra). En total, han encontrado 43 tipos de medicamentos en el río Ebro, el elegido para el estudio.
Las medicinas más frecuentes son los compuestos químicos antiinflamatorios, como el conocido ibuprofeno y todo tipo de antibióticos. Aunque también han sido detectadas algunas dosis de anticonceptivos y antiepilépticos en el cauce. Sustancias todas ellas que son ingeridas por los peces.
Estas sustancias proceden de las depuradoras que no eliminan totalmente los medicamentos presentes en las aguas residuales, tanto los que se emplean por la ganadería a gran escala como los relativos al consumo humano. En la actualidad, según el INE, casi un 70% de los hogares asegura reciclar medicamentos. Y Sigre, la sociedad encargada de esta tarea, tiene distribuidos 21.000 puntos de recogida de medicinas caducadas en farmacias de todo el territorio nacional. Pero parece que la conciencia colectiva aún tiene pasos que dar en este sentido.
El estudio, hecho público la pasada semana, concluye que el 70% de los fármacos van al agua, pero el 30% quedan retenidos en los sedimentos. Cualquier lego en la materia no alcanza a comprender la importancia de lo segundo. Los padres del estudio lo explican así: “Es un hecho importante de cara a calcular la contaminación real del río y el hecho de que queden atrapados en el los sedimentos del río es motivo de preocupación porque los peces pueden acumular parte de estos productos e incorporarlos a la cadena trófica”.
Durante la presentación del estudio, Barceló dijo que la salud humana no corría peligro, pero que se estaba estudiando el efecto que puede tener en la biodiversidad de los ríos y en algunas funciones vitales de los animales. De cualquier modo, eso está aún por comprobar.
La investigación del Icra forma parte del proyecto Scarce del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno, que con una inversión de 4,5 millones de euros durante cinco años pretende estudiar diversos aspectos de las cuencas mediterráneas, analizando en concreto los ríos Llobregat, Ebro, Júcar y Guadalquivir. El tiempo dirá qué cauce es el más castigado por los malos hábitos medioambientales de los españoles.

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