domingo, 30 de octubre de 2011

GREENPEACE Y LA VIDA.

El ser humano como producto
CHRISTOPH THEN  para EL PAÍS


La oposición de la organización ecologista Greenpeace a patentar la vida tiene su origen en la convicción de que extender el derecho de patente a cualquier forma de vida natural supone un uso incorrecto de ese derecho. De acuerdo con la Directiva Europea de Patentes está permitido patentar genes humanos, así como animales o plantas, un planteamiento al que Greenpeace se ha opuesto en reiteradas ocasiones ante la Unión Europea.
Greenpeace cree que la decisión judicial impedirá el control de la vida por unos pocos
En muchas ocasiones, las patentes de genes humanos han supuesto una traba al desarrollo y la investigación, lo que perjudica el trabajo de los investigadores y médicos, y repercute negativamente en los pacientes. En su oposición a las patentes de genes humanos, lejos de trabajar en solitario y de espaldas a la ciencia, Greenpeace ha colaborado con diferentes investigadores europeos especializados en la investigación contra el cáncer.
A pesar de que la postura de Greenpeace se origina en su oposición a las patentes de semillas y plantas, un monopolio que afecta a los agricultores y a los consumidores de todo el mundo y que hace que se corra el peligro de que la producción de alimentos pase a depender de multinacionales como Monsanto, si se permite patentar embriones y óvulos, el ser humano se convertirá simplemente en un producto comercial.
La Oficina Europea de Patentes prohibió en 2006 las patentes de células madre embrionarias porque el derecho europeo prohíbe las patentes de embriones humanos para usos comerciales. Ahora ha sido el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el que ha confirmado esta decisión, lo que demuestra la postura contraria a la explotación comercial de embriones humanos y deja claro que son objeto de protección.
Una decisión judicial sobre un tema tan controvertido como este no está libre de polémica, y diversas instituciones manifestaron nada más conocer la noticia que esta sentencia también afectaba a las células madre que ya estaban siendo cultivadas en algunos laboratorios. En este sentido, Greenpeace quiere destacar lo positivo de la decisión judicial, que impedirá el control de la vida por unos pocos, sin que esto suponga un límite a la investigación.
Christoph Then es asesor de Greenpeace Alemania y autor del recurso que ha ha motivado el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra las patentes en células madre embrionarias.

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