viernes, 12 de noviembre de 2010

Un premio de periodismo, una periodista y Ciudad Juárez.

La periodista mexicana Sandra Rodríguez nunca pudo imaginar tanto horror en Ciudad Juárez
Fuente:  EFE
El Paso (Texas), 12 nov (EFE).- La periodista mexicana Sandra Rodríguez, Premio Internacional de Periodismo del periódico español "El Mundo", reconoce que nunca pudo imaginar el horror que ha vivido y visto tan de cerca como reportera en Ciudad Juárez.
Rodríguez, de 36 años, recibirá el 22 de noviembre el reconocimiento por su labor periodística en una ciudad donde han sido asesinadas desde principios del 2008 más de 5.500 personas, entre ellos dos colegas suyos de "El Diario de Juárez".
"El papel del periodista en nuestra ciudad es hoy más necesario que nunca y todos mis compañeros, o casi todos, lo vemos así. Tanto que en muchos sentidos nuestra labor es nuestra prioridad y es más importante que el miedo a ser yo misma el blanco de las balas", dijo Rodríguez en entrevista con Efe.
Rodríguez, quien ha trabajado en la unidad de investigación de "El Diario de Juárez" durante siete años, afirma que ha adoptado como una de sus tareas prioritarias el "humanizar" a las víctimas.
"Que no se trata de perros muriendo", por lo que se siente ofendida ante el discurso oficial que cataloga a los muertos como "malandros" por el hecho de morir a balazos.
Una de sus grandes satisfacciones fue la publicación a ocho columnas de una nota en la que se revelaba que seis de los adolescentes asesinados en la colonia Horizontes del Sur el pasado 22 de octubre eran "matachines" (danzantes de la Virgen).
Durante la masacre perdieron la vida 14 personas, la mayoría menores, y un herido falleció posteriormente.
Uno de los jóvenes quería ser sacerdote y era coordinador de confirmaciones.
"Es decir que eran personas con sueños, con ambiciones, rodeados de amor, de personas que los quieren y creo que los periodistas estamos aquí para hablar de lo que está ocurriendo, para evidenciar esas injusticias", sostuvo.
Rodríguez reconoce que el miedo de trabajar bajo condiciones tan duras en Ciudad Juárez es inevitable, pero tanto ella como sus compañeros no lo tienen en cuenta para poder cubrir situaciones de riesgo.
Durante los funerales de los adolescentes de Horizontes del Sur, corrió el rumor de que sicarios iban a atacar la iglesia y dado que otros servicios religiosos han sido atacados con total impunidad era factible que sucediera.
"Ese día sí tuve miedo y me dije: 'qué feo sería que me muriera aquí y qué feo sería que nos dieran a todos porque está llena la iglesia', y tuve la visión de varias personas acribilladas, varias cámaras tiradas, porque estaba lleno de periodistas", recordó.
"Más que miedo tuve pánico, me dio mucha tristeza y hubo una gran tensión. Todos los periodistas sabíamos que había amenazas, y quién se fue. No se fue nadie", dijo.
La periodista nacida en Chihuahua considera que los reporteros, al igual que el resto de los ciudadanos , han asumido que en esa ciudad fronteriza la fatalidad está a la vuelta de la esquina. Pero piensa que por algún instinto de mantener la cordura, de un adormecimiento del instinto de conservación siguen sus vidas en situaciones muy extremas.
"Cuando afronto una situación de tensión pienso en cómo podría protegerme, pero nunca en irme", afirma, mientras cuenta que sus sobrinas le piden que se vaya de Ciudad Juárez.
"Pero mi madre y hermanos no, porque ya me conocen, saben que aquí quiero estar, pero sí están muy preocupados", añadió.
Aclara que no únicamente los periodistas de la ciudad han adoptado la responsabilidad que implica su oficio, sino también reporteros internacionales que a pesar de los rumores y de no conocer la plaza acuden a cubrir lo que pasa.
"Nosotros vivimos aquí, los valientes son ellos", apunta.
Del asesinato de sus compañeros del Diario dice que en lugar de acallar sus voces les comprometió aún más.
Las peticiones de justicia de reporteros y trabajadores del periódico para los casos de Armando Rodríguez (El Choco), asesinado en noviembre del 2008, y del fotógrafo Luis Carlos Santiago Orozco, el 16 de septiembre de este año, han sido constante.
Rodríguez inició su carrera como periodista en Ciudad de México y trabajó como editora de noticias internacionales en el diario "Reforma" y como reportera de la revista "Proceso", y después, fascinada por la naturaleza de la franja fronteriza, se trasladó a Ciudad Juárez.
Ha sido testigo de situaciones extremas en esta ciudad, ocasionadas en principio por la ineficacia del sistema de justicia, la pobreza extrema y la estructura social que empuja a las madres a trabajar en las maquiladoras dejando a sus hijos solos, en las calles y sin estudios.
"Las condiciones eran perfectas para provocar un efecto devastador. Ahí tenían a todos esos muchachitos sin educación ni trabajo, listos para ser sicarios. Pero ni en nuestras peores pesadillas imaginamos algo como lo que estamos viviendo", finalizó.

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