miércoles, 14 de septiembre de 2011

OBAMA NO LE TIENDE LA MANO A LOS PALESTINOS Y PALESTINAS.

El boicot de Obama al Estado palestino
Fuente: AGENCIAS
La larga y dramática controversia sobre el derecho palestino a una entidad soberana como la que estableció el Estado de Israel en tierras comunes en 1948, puede conocer un parteaguas a partir del próximo martes 20, cuando el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, pida ante la sesión anual de la Asamblea General de la ONU la adhesión de un Estado palestino, el número 194, al concierto de naciones; un pendiente que se ha demorado 63 años y que le permitiría a los palestinos ser parte al menos de organizaciones como la Unesco o la FAO.
La iniciativa de Abas responde a dos años de congelamiento de las ya de por sí debilitadas negociaciones con el gobierno de Benjamin Netanyahu, responsable del fracaso del diálogo al insistir en su política de colonización de tierras palestinas en Cisjordania y Jerusalén Este.
De no apoyar Washington el reconocimiento de un Estado palestino la situación en el área podría empeorar, si bien las revueltas árabes han evidenciado que el conflicto israelo-palestino no es el eje de los problemas que atraviesa la región, donde Estados Unidos llegó para quedarse tras la invasión de marzo de 2003 en Irak.
Ayer, el ex embajador de Araba Saudí en Washington, príncipe Turki al Faisal, instó al presidente Obama, a través de un editorial en el New York Times, a respaldar al nuevo Estado ya que de no hacerlo, dijo, la monarquía de los Saud “dejará de estar en condiciones de mantener su colaboración como en el pasado”. Un veto de Obama, anticipó , supondría un declive de la influencia de EU, “un debilitamiento de la seguridad israelí, un fortalecimiento de la influencia iraní y el aumento de los riesgos de una nueva guerra” en Oriente Medio.
“La relación especial entre Arabia Saudí y EU sería considerada aún más malsana por la gran mayoría de los árabes y de los musulmanes, que reclaman justicia para el pueblo palestino”, presionó aún más Faisal; aunque nada indica que Obama vaya a cambiar su postura: desde que asumió el poder, el demócrata no ha podido con el lobby pro Netanhayu en EU y más bien el gobernante israelí lo ha desafiado descaradamente cada vez que se ha reunido con él en Washington.
Hablando ayer con corresponsales hispanos en la Casa Blanca, Obama optó por el juego de la confusión al calificar de “distracción” la eventual creación del Estado 194. Bien sabe Obama que no es así, sino que se trata de una decisión diplomática estratégica para los palestinos. Lo que es “distractivo” en todo caso es lo que él está haciendo: presionar a Rusia, la ONU y la Unión Europea para volver a unas inútiles pláticas “de paz”, que como muestra la historia sólo han servido para que el establishment israelí siga ganando tiempo y se apropie de más tierras palestinas.

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