LAS RÍAS EN GALÍCIA.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA.COM
Catedrático de Ecología/
Rodolfo Barreiro
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Hace un cuarto de siglo oí hablar por primera vez de un plan de saneamiento integral de las rías gallegas. En ese momento (finales de los ochenta) comencé mi trayectoria profesional midiendo, junto a otros colegas, el grado de contaminación por metales pesados de los sedimentos de las rías de O Burgo, Ferrol y de tres de las Rías Baixas. En aquellos estudios los sedimentos de O Burgo, junto con los de Ferrol, destacaban dentro del contexto regional por su alta carga de metales contaminantes.
Que yo recuerde, la idea en aquel entonces ya era mejorar la calidad de nuestras rías. Para ello se hablaba de eliminar emisarios de aguas residuales y construir colectores que llevaran los residuos fuera de las rías. En estos años han cambiado muchas cosas en el medio ambiente de las rías. En el caso de O Burgo, la ría ha visto recuperar el suelo industrial que ocupaba parte de su margen izquierda (para reconvertirlo en viviendas y parques) y muchas fuentes de contaminantes que vertían aquellos metales han desaparecido. Sin embargo, llama la atención que a pesar del cuarto de siglo transcurrido y las inversiones realizadas siga habiendo emisiones crónicas a la ría que hacen que la calidad del agua solo alcance, en el mejor de los casos, para clasificar sus bancos marisqueros como zona B. En este contexto, el vertido de queroseno de esta semana golpea un sistema que no acaba de recuperar unas condiciones ambientales totalmente saludables. Con todo, y sin ánimo de restarle importancia, no deja de ser un suceso puntual que no debería repetirse.
El queroseno acabará desapareciendo de la ría de O Burgo, y allá con su conciencia el responsable del vertido, pero las emisiones crónicas van a seguir ahí. Son esas emisiones crónicas las que hacen razonable plantear que un pequeño esfuerzo final de regeneración podría ayudar a que la ría alcance una calidad ambiental más aceptable, un esfuerzo que ha de llevarse a cabo de manera inmediata. El beneficio será tanto para la naturaleza como para quienes viven o trabajan en O Burgo y sus orillas.
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