Retroceso de glaciares en Bolivia afectará los derechos humanos
FUENTE: jornadanet.com/ Bolivia.
La mayor parte de las comunidades de Los Andes utilizan el agua de los glaciares para la irrigación y el mantenimiento del ganado.
El retroceso de los glaciares podría convertirse en un factor que afecte los derechos humanos reconocidos en el ámbito multilateral, como el derecho a la vida, al agua, a la salud, a la seguridad alimentaria y a los propios medios de subsistencia, según el estudio "Retroceso de glaciares tropicales en Bolivia: problemática y desafíos" del investigador Martín Vilela.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, Martín Vilela sostiene que la retracción de los glaciares andinos en Bolivia significaría la vulneración de derechos de centenares de comunidades debido a las futuras dificultades en el acceso al agua.
"La seguridad y soberanía alimentaria se verían en riesgo, ya que la mayor parte de las comunidades de Los Andes tienen una agricultura de sobrevivencia y utilizan el agua de los glaciares para la irrigación y el mantenimiento del ganado", señala.
Una reducción de la disponibilidad del agua, también significaría una amenaza para la salud de las comunidades que utilizan el recurso para la preparación de sus alimentos, higiene personal y la limpieza de sus hogares. Pero a la vez, dice el investigador, un menor acceso al agua por el retroceso de los glaciares debilitaría las bases sociales, económicas y culturales de las comunidades, y consecuentemente, su derecho a la autodeterminación.
El investigador menciona que Los Andes desde tiempos pre coloniales, son territorios en que las culturas Aymara, Quechua, Uru, Chipaya entre otras, desarrollaron y tienen una profunda relación con el medio ambiente, con la Pachamama (Madre Tierra), con el Inti (Sol), con los Achachilas (Abuelos-montañas), y son la base de creencias, identidad cultural y espiritual.
El aumento de la temperatura, la variabilidad del comportamiento del clima, el acelerado retroceso de los glaciares, el desequilibrio de los ecosistemas, la aparición de plagas y enfermedades, el aumento de conflictos por el acceso y la gestión del agua y los desastres relacionados al agua, ya tienen un impacto evidente en las comunidades andinas que son especialmente sensibles a estos fenómenos e impactos por su baja capacidad de adaptación.
A pesar de que Los Andes siempre ha sido una zona de alta variabilidad climática y que las comunidades han desarrollado mecanismos propios para enfrentar estas condiciones, los fenómenos climáticos relacionados con el aumento de la temperatura media global, dice Vilela, tienen un impacto negativo sobre los glaciares y las comunidades, por lo que es imprescindible plantear el desarrollo desde diversas acciones.
El estudio recomienda desarrollar medidas de adaptación que minimicen los impactos y las posibilidades de conflicto. Principalmente, el establecimiento de una gestión integral, participativa del agua y la consolidación de políticas de inversión en infraestructura para la regulación, sostenibilidad y la seguridad hídrica, relacionadas a la planificación del desarrollo y la innovación de nuevos modelos productivos, que recuperen conocimientos ancestrales y el uso de tecnología limpia con participación directa de las comunidades.
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