lunes, 6 de febrero de 2012

¿A quién financiamos cuando compramos?

Todavía recuerdo cuando las tiendas de comestibles, también llamadas ultramarinos y sus dueños(seguramente cerca del 90%) eran ellos sus propios propietarios, sin “venderse” ni verse obligados a hacerlo a cadenas de mayor o menor potencial económico con sus especulativas firmas.. Ahora, vamos a comprar y ya no hay propietarios “independientes”, no queda prácticamente ninguno. Personalmente, procuro realizar mis compras al pequeño comerciante (salvo excepciones contadas): al de la calle, la tiene de al lado, la del otro lado del pueblo…las del pueblo, siempre las primeras….éstos a quien cuando pagas sabes, más o menos a quién depositas el dinero de tu trabajo. Digo “más o menos” porque ni el más pequeño negocio se libra de ser fagocitado por “cadenas” (como hemos dicho) más o menos pequeñas, más o menos activas (en función de su funcionabilidad) y más o menos potentes en sus financias.
Y aquí la pregunta: ¿A quién financiamos cuando compramos cualquier producto de primera necesidad?; ¿Quién hay detrás de Carrefour, Mercadona, Simply, Dia, Coviran, Co-aliment, El Árbol? ¿En qué condiciones tienen y mantienen a sus trabajadores y trabajadoras?. En el caso de Mercadona y con los años se ha ido negociando sistemáticamente, una evidencia:   mucha precariedad laboral y sentido de la falta de la dignidad de cara al trabajador que se deja muchas horas por pocas retribuciones más allá de la lógica de la dignidad que debería partir del empresariado…..son esclavos del siglo XXI.
Nos fijamos y nos acercamos a varios comentarios de libros sobre la alimentación. Por ejemplo uno de Gustavo Duch que edita Los Libros del Lince (Barcelona 2010.260.15 euros) que se titula: LO QUE HAY QUE TRAGAR. MINIENCICLOPEDIA DE POLÍTICA Y ALIMENTACIÓN.
Es éste un libro de soberanía alimentaria que nos pone varios ejemplos sobre cómo la política y sus coetáneos fagocitan la alimentación digna de un planeta al que le sobran los alimentos y en el que miles de millones de personas mueren de hambre. Los ejemplos, según el comentario para LE MONDE DIPLOMATIQUE de Carmen Roig son bien sutiles…por ejemplo: “ En la cría del salmón, un simpático animalito carnívoro, se utilizan unos seis kilos de peces pequeños( sardinas y anchovetas), de gran valor alimentario….y eso para obtener un kilo de salmón que será exportado a EEUU, Japón y muchos de los países de la Unión Europea….es decir los peces muy nutritivos, procedentes de países con déficit alimentario, terminan en países cuyo problema no es la carencia, sino el exceso….”. Paradójico, ¿no?
Gustavo Duch , ex director de Veterinarios Sin Fronteras, da guerra desde sus artículos y colaboraciones periodísticas “en la lucha por la soberanía alimentaria de los pueblos…”. Más allá de los artículos y publicaciones, en este libro cuestiona los monocultivos, la producción de agro combustibles, la agricultura transgénica y otras tropelías que han despojado a los pequeños campesinos y pescadores de su fuente de trabajo. Los oligopolios de los alimentos tienen identidad y marca en las denuncias de Gustavo Duch: Pescanova, Calvo, Monsanto, Danone…La agricultura y la pesca globalizadas conllevan el expolio del bienes naturales del sur, pero generan absurdos intolerables: cada día 3.500 cerdos viajan desde otros países de Europa a España y ese mismo día otros 3000 hacen el viaje inverso…”.
El formato en que Duch presenta las cuestiones es enciclopédico y según Carmen Roig:”  Nadie dude que su lectura propiciará cambios en la sensibilidad de sus paladares…”.
También nos encontramos con el libro ALIENTOS BAJO SOSPECHA, también del mismo autor, de Los Libros del Lince. Barcelona 2011.Breve , de 96 páginas y muy económico, 7 euros.
La primera frase, al menos para mí y mi ignorancia, una sorpresa: “Navarra no produce su demanda de espárragos---tanta propaganda en los descansos de las emisiones del San Fermín, yo creía que sí---. Se envasan allí, sí, pero procede de Perú o de China Y la cosa sigue, aunque ya no me sorprende tanto:” el atún envasado con marcas hispanas fue capturado en El Salvador o en los mares de Somalia que se expolian sin pedir permiso….Luego, pasa lo que pasa y nos ponemos, todos, con el grito en el cielo.
Lo que sí sabía , también aquí lo cuenta Duch, es que “los pollos engordan deprisa sin ver el sol, en granjas donde malviven amontonados como anchoas en lata.—en verano mueren por las altas temperaturas asfixiados y en invierno sufren de las bajas temperaturas y más si son ,tan sólo unos polluelos; esto pasaba en el fin de semana del 4 al45 de febrero del 2012 en Mirambel, cuando Endesa, con temperaturas de unos 10 grados bajo cero dejo de proporcionar luz y calefacción a masías y granjas--.
Teresa Hinojosa cometa este libro de Duch para LE MONDE DIPLOMATIQUE  que califica: “de sistema de alimentación antinatural y en manos de unas pocas multinacionales….que ganan dinero a base de arruinar la pequeña agricultura tradicional, de ensuciar y contaminar el planeta, y, como vemos a menudo susto tras susto, de poner en jaque la salud de la población consumidora”.
Duch descubre otro itinerario, según Hinojosa, hacia lo que denomina “la soberanía alimentaria”.
El prólogo es de Andrés Rábago---conocido como EL Roto--- con una de sus ilustraciones. Creo que tanto EL ROTO como Teresa Hinojosa vienen a decirnos, inspirados y reescribiendo a Duch:“ Si todo está conectado en una cadena como el hambre, la contaminación, la codicia, el beneficio económico o la basura apta para el consumo, es hora de exigir una agricultura que garantice la salud para los consumidores…una economía que evite el hambre del Sur y la obesidad del Norte, una tecnología sujeta a las leyes del medio ambiente y un menú en nuestras mesas que indique que hemos recobrado la seguridad y el sabor de nuestros alimentos, y que devolvería la vida al medio rural”.

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