jueves, 29 de marzo de 2012

Ultimatum a Calderón.

Si Calderón no frena Cabo Pulmo, pasará a la historia como destructor de ecosistemas: GreenPeace
Alrededor de 30 activistas de Greenpeace México fueron detenidos brevemente por la Policía de la Ciudad de México luego de que ayer algunos descendieron en rappel por los muros de un hotel para colocar una manta con un mensaje en contra de un polémico desarrollo turístico
Alrededor de 30 activistas de Greenpeace México fueron detenidos brevemente por la Policía de la Ciudad de México luego de que  ayer algunos descendieron en rappel por los muros de un hotel para colocar una manta con un mensaje en contra de un polémico desarrollo turístico. La organización ecologista afirmó que Calderón debe ejercer sus atribuciones y cancelar el desarrollo de Cabo Pulmo o pasará a la historia como un destructor de ecosistemas.
La gigantesca manta estaba dirigida al presidente Felipe Calderón, con el mensaje: “Calderón. ¡Cancela Cabo Cortés!”.
Cabo Cortés es el nombre comercial del proyecto de desarrollo de un paraje de la costa de Baja California frente al arrecife coralino de Cabo Pulmo, el cual es considerado un modelo de recuperación de arrecifes degradados.
Los activistas afirman que los desechos y el tráfico del centro turístico dañarán el arrecife.
El gobierno de Calderón afirma que aunque ya se han concedido algunos permisos, no se autorizará la construcción a menos que se cumplan varias condiciones estrictas.
Green Peace México afirmó en su portal que los activistas fueron liberados posteriormente y habían ingresado de manera pacífica a un inmueble en el zócalo capitalino, ubicado frente a Palacio Nacional, para mostrar el mensaje de 10 x 20 metros, que apoya la demanda de 81 mil personas que se han pronunciado por la defensa de Cabo Pulmo.”
Además, de acuerdo con la organización ecologista, “los activistas son ciudadanos que están actuando en defensa de nuestros ecosistemas haciendo uso de su legítimo derecho a la libertad de expresión para exigir a las autoridades que hagan su trabajo. No son delincuentes y no pueden ser tratados como tales.” En contraste, para Green Peace, “los verdaderos delincuentes son quienes venden los recursos naturales de este país al mejor postor sin considerar los impactos negativos, económicos, sociales y ambientales que traerán para nuestros ecosistemas y sus habitantes. Los mexicanos nos preguntamos por qué ellos no rinden cuentas y son sancionados con todo el rigor de la ley”, señaló Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace México.”
Green Peace agregó que “Felipe Calderón no puede evadir su responsabilidad como primer mandatario de la Nación en la destrucción de un área que es patrimonio natural de todos los mexicanos y de la humanidad, de acuerdo con la categoría otorgada por la Unesco a Cabo Pulmo, la reserva marina más saludable de México.” Además, la organización afirmó que “Si Calderón no revoca el permiso otorgado al mega complejo turístico de Cabo Cortés pasará a la historia como el presidente qué impuso una política de turismo depredador que destruye los ecosistemas mexicanos.”
Cabo Cortés fue aprobado en enero de 2008 por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y pretende construir más de 27 mil habitaciones y dos campos de golf, entre otra infraestructura. Es decir, una capacidad habitacional casi igual a la de Cancún, en una zona semidesértica que históricamente ha sido de muy baja densidad poblacional. Este proyecto pone en riesgo al Parque Nacional de Cabo Pulmo, arrecife coralino reconocido como Área Natural Protegida desde 1995  y sitio Ramsar, por la importancia mundial de este humedal desde 2008 y uno de los arrecifes de mayor cobertura de corales en el Golfo de California.

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