viernes, 16 de marzo de 2012

Declaración de intenciones., apretando las tuercas a las farnacéuticas.

A favor de la gente y contra los laboratorios monopólicos

FUENTE: MDZ/ONLINE. Klaus Dahmann, para Deutsche Welle.
El consorcio farmacéutico alemán Bayer fue obligado a ceder patente de medicamento contra el cáncer en la India. Se trata de un remedio que ahora podrá ser adquirido ahora a un precio muy inferior. Un ejemplo que se aplaude incluso desde la propia Alemania.
Las autoridades de la India tienen un objetivo fundamental: hacer más accesible el medicamento, de nombre comercial Nexavar, a todos los necesitados. Lo más importante: reducir su precio. El dueño de la patente de Nexavar, el gigante farmacéutico Bayer, lo vende tan caro que un ciudadano indio tiene que pagar al mes el equivalente a 5.500 dólares USD (unos 4.200 euros) por un tratamiento.
El productor local Natco calcula que podría bajar el costo del tratamiento a 175 dólares mensuales. Los pacientes ahorrarían casi el 97 por ciento de sus gastos actuales. Así que la Oficina de Patentes de la India ha impuesto esta semana a Bayer la cesión obligatoria de la licencia para producir Nexavar.
Nexavar se emplea en el tratamiento de cánceres avanzados de riñones e hígado. Ralentiza el crecimiento de las células cancerígenas, reduciéndoles el suministro sanguíneo.

“Farmacia de los pobres” en peligro
Pero no es sólo el acceso a Nexavar lo que está en juego en la India y en la lucha por las patentes de medicamentos en todo el mundo. La pregunta, para muchos, es si la India podrá seguir siendo en el futuro la “farmacia de los pobres”.

Alrededor del 80 por ciento de los medicamentos empleados en países emergentes y en vías de desarrollo en el tratamiento, por ejemplo, de pacientes con VIH-SIDA, proviene de esta nación asiática. “Por eso India es un país tan importante para nosotros”, explica Phillip Frisch, de Médicos Sin Fronteras.

Obviamente, las empresas farmacéuticas indias están interesadas en sus ganancias. No obstante, su historia tiene también un tinte filantrópico: durante años, imitaron caros medicamentos patentados, los llamados genéricos, y los vendieron a precios razonables a países más pobres. Hasta que la Organización Mundial del Comercio intervino: la OMC obligó a sus miembros a implementar el acuerdo sobre los Aspectos de Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC –o TRIPS en inglés). La India lo hizo en 2005.


Cambio en el derecho de patentes
La tormenta de protestas no ha parado desde entonces. Y es comprensible, dice Philipp Frisch. Justo para tratamientos contra el VIH-SIDA los pacientes necesitan los más nuevos y modernos medicamentos. Pero todos los que han llegado al mercado desde 2005 son extremadamente caros, como consecuencia de estos cambios en el derecho de patentes.

Un recoveco legal quedó abierto en la India: la posibilidad de una cesión de licencia obligatoria. Ésta ha sido usada ahora por primera vez por la Oficina de Patentes india para solucionar el caso del Nexavar de Bayer.

Precedente
El fallo ha causado alivio en la India: “Ante la exigencia de precios tan excesivos, es lógico que la gente esté encolerizada”, opina Mira Shiva, de la organización humanitaria Health Action International Asia Pacific, “sobre todo, si existe realmente la posibilidad, de ofrecerlos mucho más baratos”.

Philipp Frisch, de Médicos Sin Fronteras, espera que el caso siente un precedente: “Esperamos que de esta cesión obligatoria se desprenda un mensaje que se extienda también a otros terrenos y se aplique para medicamentos contra otras enfermedades”, comenta.

El fallo no es la solución definitiva al problema, “pero sí un paso importante”, agrega Jörg Schaber, de BUKO Pharma-Kampagne (campaña farmacéutica de una asociación de grupos de solidaridad alemanes), que critica desde hace años el monopolio de los consorcios farmacéuticos occidentales. La India demuestra que la posibilidad de facilitar el acceso a medicamentos a todos los necesitados, mediante la cesión obligatoria de licencias, puede implementarse en la práctica, “en ese sentido, es una buena señal”, opina Schaber.

En la central de Bayer en Alemania, como era de esperar, están “decepcionados”. A la consulta de DW la empresa respondió con parquedad que analizará el fallo y los pasos legales a seguir.




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