"Las estafas a inmigrantes son causa de la Ley de Extranjería"
Brígida Ridruejo, miembro de SOS Racismo, aclara los entresijos de la presunta estafa que afecta a más de 300 personas inmigrantes en Bilbao. Un caso en el que la organización se presenta como acusación particular para "pedir a las instituciones que den una respuesta"
Shaila P. Rodríguez para DEIA.COM
Brígida Ridruejo. (J.M.M.)
Bilbao. M. C. F. G., abogada bilbaina, se encuentra imputada por estafar, presuntamente, a más de 300 inmigrantes. Sin embargo, actualmente, se encuentra en libertad y, al parecer, sigue con su actividad.
¿Cuántas personas más han acudido a ustedes por esta estafa?
Esto es un boca a boca. Presuntamente, continúa estafando. Decimos que son más de 300 afectados porque ese es el número de implicados que aparece en los procedimientos judiciales, pero aún hay víctimas que no han interpuesto denuncia. Hemos realizado varias reuniones con los afectados y cada día tenemos conocimiento de más personas que han sido presuntamente estafadas, sin ir más lejos ayer -por el miércoles- tuvimos un nuevo caso y seguiremos sumando.
Hay 11 procedimientos abiertos y esta abogada está imputada en 9 de ellos, ya en 2008 fue condenada por delitos similares. ¿Existe una sensación de impunidad?
Hay una sensación de lentitud. La justicia es lenta, hay muchos procedimientos desde 2008 hasta hoy. Todavía queda mucho camino.
Son más de 300 casos, aún quedan muchos por instruir, ¿hablamos de años?
Si hubiera un interés real por parte de las instituciones no tendría porqué alargarse tanto. Quedan uno o dos años, pero esperamos que sea el menor tiempo posible.
En ese tiempo, podría seguir cometiendo más supuestas estafas.
Ni siquiera necesita ser abogada o estar colegiada para cometerlas. No hay problema para que siga cometiendo presuntas estafas. Lo que no es presunto es que los contratos seguirán siendo denegados en la Subdelegación del Gobierno.
¿Se sienten impotentes?
No se si llamarlo impotencia. Ya nada de esto nos sorprende, llevamos 20 años denunciando las tragedias que causa la Ley de Extranjería. Es una ley racista, que vulnera los derechos de las personas y mientras siga existiendo van a haber vulneraciones.
Entonces, ¿parte de culpa de estos delitos es de la Ley de Extranjería?
Son una causa clara de las trabas que pone la ley a las personas para poder tener una ciudadanía plena.
¿Por eso se personan como acusación particular?
Sí, creemos que se están vulnerando sus derechos y hay que pedir a las instituciones que den una respuesta a la situación de estas personas. Otra de las intenciones de visibilizar este tipo de estafas es que se corra la voz entre las posibles víctimas para que sepan que les están engañando.
¿Mantienen el contacto con ellos?
Claro, está siendo un proceso muy largo. Hace más de una año que los afectados se están acercando a SOS Racismo para denunciarlo y a ellos les produce muchos quebraderos de cabeza. Están desinformados y el tema jurídico les impone. Se sienten inseguros. A esto se suma el sentimiento de que han fracasado en su proyecto de migración al no haber alcanzado su regularización.
Están desesperados.
Impotentes. Tienen una vida muy precaria, imagínate lo que han ahorrado para conseguir los 2.000 euros que les exigían por el trámite.
¿Será complicado demostrar la implicación de esta abogada en las supuestas estafas?
Es muy lista. Al parecer, entregó a las víctimas algunos recibos por el pago de pequeñas cantidades, en torno a 300 euros, que podría justificar como el pago por una asesoría. Demostrar la cantidad total que pagaron será difícil.
¿Puede emplear su estatus de abogada para evitar ser inculpada?
Imagino que sí. Lo que supuestamente hace es ofrecer una asesoría, precisamente por eso nos quejamos, por la falta de un servicio público de referencia, que es de vital importancia para que los inmigrantes puedan informarse.
¿Tal vez un servicio como el que ofrecía Heldu?
Ahora hay servicios pero están dispersos y, tal vez, no se han consolidado como referentes. Heldu tenía una amplia experiencia y con su cierre las personas inmigrantes siguen teniendo la necesidad de regularizar su situación. Es una necesidad desesperada, por ello acuden a manos privadas.
Y es cuando se dan estas estafas
Como me decía ayer la última persona que acudió a nosotros afectada por esta presunta estafa: "Uno cuando se encuentra desesperado oye lo que quiere oír". Las manos privadas se pueden aprovechar de la vulnerabilidad de estas personas. Hay que tener en cuenta las dificultades para llevar una vida normal a las que se enfrentan las personas en situación de irregularidad.
Además de la abogada hay otras personas imputadas. ¿Están relacionadas entre sí?
No sabemos si se ha demostrado la supuesta relación, pero, presuntamente, ella tiene colaboradores.
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