miércoles, 14 de marzo de 2012

Sin acuerdo sobre el asunto de Siria.

EEUU y Rusia mantienen "líneas rojas" sobre Siria mientras la ONU pide unidad
FUENTE: EFE/ UNIVISION /David Valenzuela
Estados Unidos y Rusia volvieron a dejar hoy claras en la ONU las "líneas rojas" que les separan en relación a la crisis siria y que impiden al Consejo de Seguridad romper su silencio sobre la represión contra los civiles, mientras Naciones Unidas intentó lanzar un nuevo llamamiento a la unidad.
Los jefes de la diplomacia de EE.UU., Hillary Clinton, y de Rusia, Sergei Lavrov, mantuvieron hoy un encuentro "constructivo" en la ONU, según palabras de la secretaria de Estado, en el que ambos coincidieron en que el fin de la violencia es la "máxima prioridad", pero en el que quedaron patentes que, pese a lograr avances, el Consejo de Seguridad se ve arrojado por el momento a la inacción.
Ambos participaron en una cumbre ministerial que el Consejo de Seguridad dedicó a la "primavera árabe" y que acabó centrada en la necesidad de detener por todos los medios la ola de violencia en Siria, en la que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió por enésima vez "unidad" al máximo órgano de decisión.
"El cese inmediato de la violencia es la prioridad más importante", aseguró a la prensa Lavrov, tras reunirse con su colega estadounidense, con quien coincidió en la necesidad de garantizar el acceso de la ayuda humanitaria al país árabe, así como respaldar el trabajo del enviado especial a Siria, Kofi Annan.
Hasta ahí llegó la convergencia, ya que Moscú y Washington, respaldado este último por los países occidentales, difieren principalmente en la forma de pedir el alto el fuego y en el proceso político que debe iniciarse, lo que aleja la posibilidad de que el Consejo de Seguridad apruebe el último borrador que presentó EE.UU.
"El monopolio de la violencia mortífera pertenece al régimen sirio", dijo Clinton a la salida de su reunión con el ministro ruso, por lo que defendió que "ante todo" sea el régimen del presidente Bachar al Asad el que detenga primero la violencia para luego poder pedirlo a la oposición.
La jefa de la diplomacia estadounidense subrayó que no se puede esperar que "ciudadanos indefensos objeto de ataques de artillería detengan su capacidad de defensa antes de que Al Asad se comprometa a un alto el fuego", por lo que abogó por un doble cese de las hostilidades: primero gubernamental y luego de la oposición.
El ministro ruso indicó, por su parte, que las autoridades sirias cuentan "con una buena parte de responsabilidad" sobre la situación actual, pero indicó que no se debe ignorar que "ahora el Gobierno lucha no contra hombres desarmados, sino contra unidades de combate, y contra grupos extremistas, incluida Al Qaeda".
"No podemos hacer distinciones de dónde venga la violencia o quién la empezó antes. Se necesita un alto el fuego único cuanto antes", dijo Lavrov, quien durante su intervención en el Consejo presentó los cinco puntos que pactó en El Cairo con la Liga Árabe para tratar de lograr el fin de la violencia.
Esos puntos estipulan el cese de la violencia "sea cual sea su origen", la creación de un mecanismo neutral que supervise el alto el fuego, la no intervención extranjera, la llegada de ayuda humanitaria "sin obstáculos" y el respaldo a la misión de Annan para establecer un diálogo entre el régimen de Damasco y la oposición.
La propuesta rusa está "en la dirección en la que Estados Unidos quiere ir", dijo Clinton, para quien, sin embargo, "se necesitará mucho trabajo para incluirlos en una operación", y en ese trabajo entrará en juego la necesidad de diferenciar entre la violencia gubernamental y la de la oposición.
Lavrov señaló en cualquier caso que, tras la sesión del Consejo y las numerosas reuniones mantenidas hoy en la ONU, existe "un creciente entendimiento" sobre "la necesidad de acercar posturas", y destacó que espera lograr avances en el Consejo "muy pronto", aunque pidió que no se impongan "ultimátums que nunca funcionan".
Antes de hablar de acción en el Consejo, Clinton, sin embargo, apostó por esperar a conocer los detalles que traiga Annan de Damasco y subrayó que la delegación estadounidense espera "el consejo" del exsecretario general sobre cómo seguir adelante en materia del proceso político que propone para Siria.
Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, acusó ante la prensa a Lavrov de "ambiguo" a la hora de presentar su plan para Siria, y aseguró que, cualquier propuesta en el Consejo, debe subrayar la responsabilidad de Al Asad en la crisis y respaldar el plan de la Liga Árabe para el país.
La jornada estuvo plagada en la ONU de encuentros bilaterales y en grupos para los máximos responsables de la diplomacia internacional, unas reuniones positivas y de las que salen "puntos comunes", según el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, quien presidió la cumbre ministerial en el Consejo.
"Es alentador que todo el mundo hable ahora de un proceso político, de garantizar el acceso a la ayuda humanitaria, del cese de la violencia y de apoyo al trabajo de Kofi Annan. Hay muchos elementos comunes, pero el trabajo de unirlos en una resolución todavía está pendiente", subrayó Hague.

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